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Don Quijote y el Castillo, por Ashley



Don Quijote se dirigió hacia La Venta, que para él era un inmenso castillo. Cuando llego, dijo:
-Tengo que entrar ahí, para poder cruzarme con algún caballero y así me pueda nombrar uno de ellos.
Al aproximarse a la puerta, se encontró a dos damas que se sorprendieron al ver a Don Quijote cubierto de su armadura de metal y con su lanza extremadamente afilada. Salieron corriendo a esconderse, pero Don Quijote les dijo:
-¡Aguardar mis señoras, no os voy a agredir, que solo vengo para convertirme en caballero!
Las mozas se quedaron confusas al escuchar las palabras de él.
Se formó tal escándalo que hasta el ventero se asustó y se acercó al lugar de lo sucedido. Don Quijote creyó que era el rey del castillo y le dijo: 
-¿Majestad creeis que podéis nombrarme   caballero? 
El ventero le siguió la corriente a Don Quijote  
Y le dijo el ventero: 
-Por favor deme sus aposentos y bájese del caballo. 
El caballero le entrego a Rocinante, pero no se liberó de la armadura, aunque las damas intentaron arrebatársela del cuerpo.  
Al final, se quedaron cenando bacalao salado con pan, pero Don Quijote tuvo un poco de dificultad para comer ya que tenía la armadura.
                                
             ASHLEY
  

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